Rebeldes, contingentes e inclusivos: SkaTorrantes ya suena fuerte en Pudahuel

Rebeldes, contingentes e inclusivos: SkaTorrantes ya suena fuerte en Pudahuel

El ská está hace ocho meses en nuestra comuna. Un encuentro entre amigos en talleres de composición, culminó con la creación de la banda.

Por Benjamín Vidal

Pudahuel, Santiago de Chile, 28 de marzo 2022. Fue más o menos desde agosto, cuando Carlos -o Skarlos-, quién cumple el rol de guitarrista rítmico y cantante, se conoció con Cris, el bajista, en unos talleres de composición musical realizados en la comuna de Pudahuel.

Ahí nació la idea. Congeniaron. “Hagamos un grupo de Ska”, propusieron. “Pero necesitamos un baterista”, señaló uno.  Carlos pensó en Jorge, era su compañero de media y se habían reencontrado en las manifestaciones durante el estallido social.

El nombre también se le ocurrió a Carlos, ya lo tenía pensado hace algún tiempo. “Si tú lo buscas en las redes es lo único que aparece, entonces como que rompió el algoritmo”, dijo.

La idea iba agarrando forma y dejando la abstracción para convertirse en algo concreto. El trío hizo un grupo de WhatsApp y se juntaron.

Ya tenemos voz y guitarra, la que además se diferencia del resto del Ska porque Carlos quiso mantener su esencia de cantante de micros y toca acústica en vez de eléctrica. Ya tenemos batería y bajo. Aún falta.

Así que muy siglo XXI, lo que se les ocurrió fue hacer una publicación en grupos de Facebook. “Buscamos saxofonista, para grupo de ska”. “Yo justo estaba en la casa, tirao’. Quería tocar y apareció la publicación. Esta es la mía, pensé”, dijo “Juanito Sangre”, el actual saxofonista de SkaTorrante.

A la semana se juntaron y engancharon inmediatamente. Viene de San Bernardo y fue activo partícipe de las protestas del estallido social. Esto fue una ventaja para querer participar en la banda, ya que las temáticas de las canciones le parecieron adecuadas a su pensamiento.

Además que, algo particular que tiene la banda y que los caracteriza, es que tocan encapuchados. Eso le interesó. “Yo pertenezco a la parte revolucionaria, ellos se encapuchan con una máscara y yo me pongo la polera”, dijo Víctor, su nombre real. El objetivo de la capucha es que la gente se fije en la musica y no en sus caras, buscan enfrentar el ego, realizar una performance.

Esto significa que la banda se preocupa de hacer música consiente, con contingencia, con contenido político, aunque cuidándose de los excesos. Buscan que su música contribuya a “que volvamos a ser humanos”.

Por ejemplo, siempre en los eventos a los que asisten hablan de la libertad a los presos políticos de la revuelta sin condiciones, o del robo del agua por parte de los empresarios.

“Más que crítica, entregamos aliento y esperanza. Esta música es bailable, sirve para liberarse, encontrarse a sí mismo. Nos mostramos torrantes, como somos. Si le gusta, bacán. Sino, siga su camino”, dijo Cristopher, el baterista.

La intención era hacer un bloque de viento, pero nunca resultó, nunca engancharon con la demás gente. Sin embargo entre ellos sí, a las semanas ya tenían canciones y ya estaban en las tocatas.

Tener ocho meses juntos como banda ha sido un éxito, ya que mantenerla es una tarea complicada. Los integrantes de SkaTorrante, a pesar de las dificultades de la escasez de tiempo se juntan una vez a la semana en las salas de Haráldica a ensayar, todo va viento en popa.

Las tocatas y las grabaciones

Hasta la fecha no han grabado canciones. Lo que han hecho es grabaciones audiovisuales, con sonido en vivo, natural, cotidiano, acústico, a lo torrante. “Si al final, para los cuicos somos torrantitos”, dijo Víctor.

Sin embargo les gustaría grabar un disco, grabar para pasar a realizar otros temas. “Este repertorio hay que cerrarlo y hacer más, una vez que se graba ya nació, se creó. Es como un cabro chico: nace, se cría, madura y tiene que irse solo, que de vueltas solo”, explicó Víctor.

Carlos ya le tiene una propuesta de nombre: “La vida es un trip”. Esto en honor a un amigo músico y ciclista que murió atropellado y que su papá se hizo cargo de seguir lanzando su música. Con él quería hacer un colectivo con ese nombre.

Por otra parte, siempre están en las tocatas. Les gusta esa responsabilidad de que suene lo que han practicado tanto, les parece una sensación adictiva, sobre todo porque en vivo se hace tangible lo que ensayan.

Lo que les interesa es el mensaje, de hecho, admiten que su música no es tan compleja en comparación a otras, pero pueden entregar un mensaje más rápidamente, el de que hay q cambiar lo que nos dan como sociedad.

En lo último que tocaron fue en un taller que apoya a niños “a los que les llaman problema”, explicó Carlos. “De esos que terminan siendo saxofonistas”, agregó Víctor.

A estos talleres, Jorge llevó mediadiores, que son pequeños instrumentos como claves o panderos, ya que también se dedica a la musicoterapia, para que los niños acompañaran el show y también hicieran música.

Lo otro que realizan, que los distingue bastante, es el hecho de en ocasiones invitar a una traductora en lenguaje de señas. De hecho, una vez tocaron para sordos. Ellos escuchaban la música a través de las señas.