Las pérgolas del Cementerio Municipal de Pudahuel: tradición familiar y memoria comunal

Las pérgolas del Cementerio Municipal de Pudahuel: tradición familiar y memoria comunal
Pérgola de las Flores de Pudahuel, ubicada a un costado del Cementerio Municipal.

Afueras del Cementerio Municipal de Pudahuel, la pérgola se ha transformado en un ícono de identidad barrial, resguardando historias vecinales y manteniendo viva la herencia del oficio.

Pudahuel, Santiago de Chile. 5 de octubre 2025. El Cementerio Municipal de Pudahuel, fundado en 1868 y ubicado en avenida Federico Errázuriz N°926, alberga la pérgola que rodean su acceso y se ha convertido en un espacio esencial para vecinos, visitantes y trabajadores. Con el paso del tiempo, estas estructuras se han cargado de historias conmovedoras y han trascendido la memoria del lugar.

Jennifer, una de las trabajadoras, cuenta que la pérgola funciona aproximadamente desde 1940. Aunque su vínculo con el oficio no es familiar directo, destaca que “usualmente esto es un trabajo familiar; todos son familia aquí”. Así, este oficio ha pasado de generación en generación, transformándose en una verdadera herencia y tradición familiar.

A lo largo de los años, la dinámica laboral ha evolucionado, especialmente en cuanto a regulación y formalización. Jennifer comenta: “Antes el trabajo era súper irregular; con el tiempo y las leyes esto ha ido cambiando”. Hoy, los contratos de trabajo y la gestión contable han otorgado estabilidad económica: “Son estables los ingresos. Todos los días hay trabajo”.

Al ser una actividad al aire libre, las pérgolas enfrentan desafíos constantes relacionados con el clima. Sin embargo, la mayor dificultad es la concentración de trabajo en días festivos. Jennifer señala: “Los trabajadores no comparten con su familia, a menos que estén todos trabajando en el puesto”. En cuanto a la delincuencia, afirma que no afecta directamente a la pérgola, posiblemente por la antigüedad de los dueños y su reconocimiento en el barrio. “En la calle, sí vemos delincuencia todos los días”, añade.

Más allá del oficio, los trabajadores son testigos de situaciones que los marcan emocionalmente. Jennifer explica que las muertes de niños son las que más impactan a los floristas, recordando especialmente el caso de Tamara Moya, una menor que perdió la vida en medio de una encerrona en 2019. En esta pérgola se realizaron los arreglos para su despedida, y la experiencia sigue siendo profundamente impactante.

El trabajo de los floristas exige mantener una dualidad emocional, entre la empatía y el distanciamiento necesario ante las historias de los visitantes. “A veces uno también normaliza la muerte y como que no importa. Entonces estás en el limbo, entre lo que te importa a ti y lo que hay que dejar pasar”, comenta Jennifer.

La pérgola del Cementerio Municipal de Pudahuel es un espacio cargado de historia, memoria e impacto. Desde hace más de 70 años, acompaña a varias generaciones de vecinos, simbolizando la unión entre pasado y presente. Hoy, ha sobrevivido al paso del tiempo, adaptándose a nuevas normativas y manteniéndose como tradición y herencia familiar. Sin embargo, este oficio exige a sus trabajadores equilibrar lo humano con el distanciamiento emocional, ante la constante cercanía con historias y recuerdos dolorosos.

Nombre: Sofía Molina

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