
La fragmentación política chilena se expresa con fuerza en la papeleta de noviembre, donde pactos grandes se benefician y los pequeños quedan condenados a desaparecer.
En noviembre, los vecinos de Pudahuel, Maipú, Quilicura, Colina, Estación Central, Cerrillos, Tiltil y Lampa enfrentarán una papeleta inédita: 25 colectividades compitiendo por apenas 8 escaños de diputados, bajo el sistema proporcional d’Hondt.
Más que un reflejo de diversidad, este escenario deja en evidencia la fragmentación política extrema que atraviesa Chile.
El “naipe” de las listas
Así se ordenan los pactos y partidos en el Distrito 8:
- Unidad por Chile: PC, Frente Amplio, Socialismo Democrático (PS, PPD, PL, PR) y DC ? 8 partidos.
- Chile Vamos: RN, UDI, Evópoli y Demócratas ? 4 partidos.
- Cambio por Chile: Republicanos, Socialcristiano y Nacional Libertario ? 3 partidos.
- Izquierda Ecologista Popular: Humanista e Igualdad ? 2 partidos.
- Descolgados del oficialismo: FRVS, Acción Humanista, Partido Popular y AVP ? 4 partidos.
- Listas aisladas: Partido de la Gente (PDG), Amarillos, Ecologista Verde y Trabajadores Revolucionarios.
En total: 25 colectividades en la papeleta del Distrito 8.
El sistema d’Hondt en acción
El método d’Hondt favorece a los pactos grandes, ya que suma los votos de todos sus candidatos y distribuye escaños por coeficientes. En este escenario:
- Unidad por Chile y Chile Vamos concentrarían entre 2 y 3 cupos cada uno.
- Republicanos y aliados (Cambio por Chile) podrían quedarse con 1 o 2 escaños.
- PDG tiene opciones de 1 cupo, con fuerza en Maipú y Quilicura.
- Los partidos pequeños quedarían fuera al no alcanzar los coeficientes.
Lo que está en juego
La dispersión de partidos acarrea dos riesgos principales:
- Confusión ciudadana, ante una papeleta con exceso de nombres y logos.
- Distorsión política, porque los votos de partidos menores terminan beneficiando indirectamente a los grandes pactos.
El Distrito 8, el más grande de Chile, se convierte así en un laboratorio del multipartidismo exacerbado.
La conclusión necesaria
La sobrepoblación de siglas en la papeleta evidencia la urgencia de reformar la Ley Orgánica Constitucional de Partidos Políticos, elevando requisitos de permanencia y representatividad.
La ciudadanía necesita una oferta política clara y responsable, no un abanico disperso que erosiona la gobernabilidad.
Por: Ignacio Enrique Alarcón Benavides – Abogado – Profesor de Karate-Do – Comunicador Social