Maximiliano, un niño de 9 años diagnosticado con Trastorno del Espectro Autista, fue agredido por compañeros de curso al interior del Colegio Polivalente Gerónimo de Alderete. La familia denuncia una respuesta insuficiente por parte del establecimiento educacional y la falta de protocolos adecuados para niños con necesidades especiales.
Pudahuel, Santiago de Chile. 3 de mayo 2025. En la comuna de Pudahuel, el pasado 16 de abril, durante la jornada escolar en el Colegio Polivalente Gerónimo de Alderete, Maximiliano, un niño de 9 años diagnosticado con TEA, fue agredido por cuatro compañeros de curso, provocándole diversas lesiones, una de ellas en la cabeza, además de la rotura de sus audífonos con cancelación de sonido.
Gesennia Badilla, madre del menor, reclama que no fue avisada de inmediato por el colegio. Se enteró de lo ocurrido gracias a una apoderada del mismo curso. La madre presentó dos denuncias: una al establecimiento y otra a la Superintendencia de Educación. Posteriormente, sostuvo una reunión con el profesor jefe, quien le informó que los agresores fueron suspendidos por un día, que pagarían el valor de los audífonos y que todos los involucrados recibirían sesiones de terapia.
La madre no quedó conforme con la solución entregada por la institución, ya que su hijo sigue compartiendo sala con los agresores. Ella comentó: “Me gustaría que los cambiaran a ellos de horario de clases; lo ideal sería que, a esos niños, ya que no se les puede expulsar, se les cambie la jornada académica”. El colegio cuenta con dos jornadas: mañana y tarde.
Durante la denuncia ante Carabineros, uno de los agresores explicó el motivo de la agresión diciendo: “Maximiliano no tiene amigos porque es raro”, para luego insultarlo junto a los demás involucrados. El colegio reiteró a la madre que tomó las medidas mencionadas y argumentó que “no podían hacer algo más, debido a que es la primera vez que los niños tienen una queja formal”.
Al intentar obtener declaraciones del establecimiento, se negaron a dar entrevistas, indicando: “Tenemos una política que no nos dejan hablar con la prensa”.
Consultado por el medio, el psicólogo Martín Rojas, de la Universidad Bernardo O’Higgins, fue enfático: “En un mundo ideal, el colegio debería adaptarse al niño. Es complicado poder cambiar eso, pero sería lo ideal”. También señaló que el comportamiento de los agresores podría estar influido por “ciclos familiares”, y afirmó: “Puede venir por parte de lo que se les enseña desde sus casas”.
Ante la gravedad de lo ocurrido a Maximiliano, un niño con TEA, la respuesta del Colegio Polivalente Gerónimo de Alderete parece insuficiente según la madre del menor. La situación plantea una pregunta urgente: ¿realmente existe protección para los niños con condiciones del espectro autista frente al bullying?
La falta de protocolos claros, la nula preparación del establecimiento para adaptarse a estudiantes con necesidades especiales, y su silencio frente a los medios, ponen en evidencia que no todos los colegios están preparados para garantizar el bienestar emocional de estos niños. La investigación en curso deberá determinar si existieron fallas en la protección de Maximiliano y, eventualmente, sentar un precedente para evitar futuras situaciones similares, asegurando un entorno escolar seguro y respetuoso para todos.
Por: Fabiola Pérez y Carolina Salazar.