La deuda con los espacios deportivos en Cerro Navia: una inversión necesaria para frenar la delincuencia juvenil

La deuda con los espacios deportivos en Cerro Navia: una inversión necesaria para frenar la delincuencia juvenil

Con un presupuesto limitado y falta de apoyo municipal, los espacios deportivos en Cerro Navia luchan por sobrevivir, mientras clubes como el David Arellano intentan ofrecer alternativas sociales y deportivas para los jóvenes en riesgo.

Cerro Navia, Santiago de Chile. 28 de noviembre 2024. En los últimos años, Cerro Navia ha enfrentado un panorama complejo marcado por la falta de inversión en infraestructura social y deportiva, una deuda que parece agudizarse bajo la administración del alcalde Mauro Tamayo (IC). La carencia de espacios recreativos no solo refleja un abandono histórico, sino que impacta directamente en los jóvenes, quienes carecen de alternativas para alejarse de contextos de riesgo como la delincuencia y el consumo de drogas.

Esta realidad se enmarca en un contexto de alta vulnerabilidad social. Según el Índice de Prioridad Social 2020 (Seremi de Desarrollo Social RM), Cerro Navia es la tercera comuna más prioritaria de la Región Metropolitana. A esto se suma que un 7,2% de los hogares se encuentran en situación de pobreza por ingresos (CASEN 2017). Estas cifras evidencian la necesidad urgente de soluciones integrales que incluyan la mejora de los espacios deportivos como una herramienta clave para el desarrollo comunitario.

Sin embargo, el presupuesto destinado a la Corporación de Deportes y Recreación en 2024 fue de apenas 714 millones de pesos, equivalente al 1,98% del presupuesto total de la comuna de 36.000 millones. Según el concejal David Urbina, magíster en educación, “a partir de ese dato en el presupuesto, cae en el sentido común que, obviamente, es un presupuesto demasiado bajo. Está de la mano con el presupuesto de cultura, y aunque la ley orienta a que ambos lleguen al 2%, esto casi nunca se cumple”. Urbina también destacó que “esto no da abasto para los talleres, ni para hacer más ni para diversificar los existentes. No podemos solo tener talleres de fútbol o básquet, ni mantener otros como CrossFit o pesas”.

El impacto de los clubes barriales: el caso del Club David Arellano

En medio de este desfinanciamiento, los clubes deportivos de barrio han asumido el desafío de contener y apoyar a los jóvenes de las poblaciones más vulnerables. Un ejemplo claro es el Club David Arellano, que desde hace cuatro años organiza talleres gratuitos de fútbol para niños y niñas entre los 6 y 17 años.

Kevin Clavería, dirigente del club y encargado de la rama infantil, señala que esta iniciativa surgió “como una necesidad de brindar un espacio de desarrollo social y deportivo a los menores”. Clavería explica que el propósito del taller “va más allá de enseñar futsal; queremos inculcar valores de vida, formar buenas personas a través del deporte y mostrarles que existen caminos distintos a la delincuencia y las drogas, tan presentes en los barrios”.

Actualmente, entre 50 y 60 niños participan activamente en los talleres y campeonatos organizados por el club. Clavería destaca que “los talleres han servido como algo motivacional y social; los niños saben que, si tienen buenas notas y se portan bien, pueden disfrutar de esta actividad”. Además, subraya que el compromiso de las familias ha sido clave: “Los apoderados están comprometidos y agradecidos porque reconocen el impacto positivo en sus hijos”.

A pesar de los logros, las dificultades económicas son una constante. Según Clavería, “nuestro taller es autofinanciado por el club, los padres y, muchas veces, de nuestros propios bolsillos. No cobramos por los talleres, pero debemos asumir costos como colaciones saludables, balones e implementos que se extravían o deterioran”. A ello se suma la falta de apoyo por parte de las autoridades locales: “La municipalidad no nos brinda ayuda. Hemos postulado a fondos como el 8%, pero no hemos logrado adjudicarnos nada, y la comunicación con la municipalidad es inexistente”.

Finalmente, Clavería hace un llamado tanto a las autoridades como a la comunidad: “El deporte infantil es más que una actividad recreativa; es una herramienta clave para formar buenas personas y alejarlas de la delincuencia. Ojalá las autoridades puedan ver el beneficio social de estas iniciativas y destinen recursos para fortalecerlas. Hay que darle importancia a lo importante”.

Invertir en el deporte, apostar por el futuro

El deporte en Cerro Navia no es solo recreación; es una herramienta clave para combatir la delincuencia y construir mejores oportunidades para los jóvenes. Iniciativas como las del Club David Arellano demuestran que, con apoyo, es posible transformar vidas.

Es momento de que las autoridades prioricen el financiamiento de estos espacios, porque invertir en el deporte es apostar por un futuro más seguro y esperanzador para la comuna.

Por: Andrés Orozco y Alonso Belmar

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