Sweet Promise, un talento urbano de Cerro Navia, comparte su experiencia en la industria musical chilena, sus desafíos y la promesa que lo impulsa a seguir adelante. Con un estilo influenciado por el reggaetón y la música urbana internacional, sueña con llevar su música desde Arica a Punta Arenas. A pesar de las dificultades, su pasión por la música y su perseverancia lo mantienen en el camino hacia el éxito.
Cerro Navia, Santaigo de Chile, 22 de noviembre 2024. Desde Cerro Navia para todo Chile, Sweet Promise se sincera con el diario Tropezón y el artista reflexiona sobre los desafíos de la industria, su proceso creativo y la promesa que lo impulsa a seguir adelante.
El fenómeno de la música urbana es algo que ha revolucionado la escena musical chilena, posicionando a muchos artistas nacionales en el top 10 de las listas de Apple Music o Spotify. Este fenómeno ha permitido que jóvenes talentos se posicionen en el radar internacional, abriendo nuevas puertas para la música local.
El sueño de ser un artista urbano ha estado en el corazón y en la mente de muchos chilenos, entre ellos, Alexis Garrido, bajo su seudónimo de Sweet Promise, un orgulloso cerronavino de 28 años, cantante y productor musical desde hace 5 años, quien accedió a dar una inédita entrevista al Diario Tropezón.
¿De dónde eres y cómo crees que tu origen ha influido en tu música?
R: “Yo vivo en Cerro Navia, pero mis raíces son del sur, de Parral, de la séptima región. Entonces igual me crié mucho con esas enseñanzas y costumbres del sur, que son más reservadas, más ‘chapadas a la antigua’, más machistas quizás, de repente una relación más machista”.
¿Qué papel jugó tu familia en tu ingreso al mundo de la música?
R: “La verdad que influyó en el sentido de que igual dije: ‘Chuta, quiero ayudar a mi familia’, porque si me llega y viene la música, también se puede generar dinero a través de la música. Entonces dije: ‘Si genero dinero, también quizás puede ser un aporte monetario hacia la familia’. Eso igual fue una incentivación. Yo nunca he tenido un apoyo de ellos porque mis familias son del sur, y para ellos es como una pérdida de tiempo si eres cantante y no tienes ni un brillo. Yo les puedo decir: ‘Oye mamá, tengo un proyecto, quiero hacer esto, esto’, pero siempre ven lo malo, aunque es por un tema de seguridad, como de sobreprotección. No es por hacer maldad ni nada, sino que es como una sobreprotección de que, no sé, te puede pasar algo. Te va a entrar en el tema de la música, ahí existen drogas, microtráfico, armas”.
Sin embargo, a medida que su carrera fue creciendo y comenzó a obtener reconocimiento, la percepción de su familia cambió. Alexis estaba ahora cosechando sus frutos bajo la mirada de su familia, quienes ahora están comprendiendo que no solo podía ser viable, sino que es parte de la satisfacción personal.
¿Qué significa el nombre Sweet Promise?
R: “Sweet es dulce en inglés. Mucha gente siempre me ha dicho: ‘Oye, tú eres como una persona dulce, cariñosa, simpática, eres como muy de piel’. Entonces de ahí como que viene. Y promise es que la promesa está conmigo mismo, de poder lograr lo que te dije, de poder lograr que se cumpla ese sueño de que mi música suene de Arica a Punta Arenas. Entonces es como una promesa para mí, para mi gente, para mi familia, y más que nada, es algo personal”.
Sweet Promise, al igual que muchos cantantes, ha sido formado por la vieja escuela de reggaetón y dancehall internacional, como Ñengo Flow, Tego Calderón, Don Omar, J Álvarez, entre otros. Hoy sus gustos han ido evolucionando, llegando a la música urbana chilena, aunque su mayor inspiración ha sido Justin Quiles, expresando que: “Es un artista súper completo, porque es muy transversal. No sé cómo hace sus letras tan explícitas, tan precisas, como que da en el punto exacto de lo que estás sintiendo o pasando. Llega a mucha gente”.
¿Alguna vez has pensado en no seguir en el mundo de la música?
R: “Todos los días”.
¿Por qué? ¿Por lo difícil o por el poco apoyo?
R: “Yo creo que una vez a la semana pienso en querer dejar la música, más que nada es por el tema monetario. Porque esto de la música, tú debes mucho dinero para invertir, es como cualquier negocio. Como que tú quieres hacer una pyme, un negocio, en vender algo para comer, para exportar afuera, no sé, cualquier cosa. Tú tienes que saber desembolsar dinero para poder crecer. Entonces tú tienes que tener igual tu capital, y muchas veces yo me he quedado sin trabajo porque, gracias a mi trabajo, se crea mi música”.
¿Has pensado en colaboraciones con otros artistas chilenos?
R: “Hay varios artistas con los que me gustaría hacer una colaboración, pero tampoco nunca me lo he puesto tan en plan de querer hacerlo, por lo mismo. Porque cuando empecé en la música, recién estaba sonando Cris MJ y hablé con esa persona. Me contestó directamente en mi Instagram personal, yo tenía súper pocos seguidores. Le contesté, le dije: ‘Oye amigo, ¿podemos hacer un featuring?’. ‘Sí’, me dijo, ‘pero son 900 mil pesos’. Imagínate, ¿dónde saco esa plata para poder hacer un featuring?”.
¿Hay algún escenario en el que sueñes presentarte?
R: “Sí, en el Movistar Arena me gustaría presentarme, o Viña. Yo creo que esos son los escenarios más expectativos que tengo, así como con más altura de miras, decir: ‘Ya, yo puedo llegar allá’. Yo creo que esos son los escenarios más grandes, y ojalá esté lleno, repleto. Así sería genial”.
¿Cuál es tu mayor meta en el mundo de la música?
R: “Mi mayor meta es aquí en Chile, hay que ser realista. Después, ya, conquistando Chile, yo creo que ya se vería lo internacional. Que yo pueda tener eventos de Arica a Punta Arenas, que la gente me reconozca, que digan: ‘Oh, ese es Sweet Promise, están buenas sus canciones’, que escuchen mis canciones. Así que, no sé, pase un auto y diga: ‘Oh, mira, va escuchando mi canción’”.
El camino de Alexis Garrido, bajo el nombre artístico de Sweet Promise, refleja la pasión y la perseverancia por la música urbana, junto con las dificultades y desafíos que trae consigo abrirse paso en la escena musical chilena. Sweet Promise continúa luchando por hacer realidad ese sueño, esa promesa que se hizo al comenzar en este camino. Un ejemplo de resiliencia y espíritu artístico que lo están llevando por un muy buen camino.
Por Cher Aránguiz y Constanza Arévalo
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