Para prevenir enfermedades respiratorias y hacer frente a virus y resfríos las vacunas son nuestro mejor aliado en temporada de invierno. Al vacunarnos, no solo protegemos nuestras propias vidas, sino también la de aquellos que nos rodean.
La historia ha demostrado que las vacunas han salvado más vidas que cualquier otro avance médico. Las vacunas han sido el motor detrás de algunos de los mayores logros en salud pública.
A pesar de sus claros beneficios, la vacunación enfrenta resistencia en algunos sectores de la sociedad. Esta resistencia a menudo se basa en malentendidos y desinformación. Es crucial abordar estos temores con información clara y accesible. Las vacunas se someten a rigurosos estudios de seguridad y eficacia antes de ser aprobadas, y su monitoreo continúa incluso después de su introducción al mercado. Las reacciones adversas manifestadas en usuarios son considerablemente bajas en comparación con los riesgos de las enfermedades que previenen.
Vivimos tiempos de constante cambios y desafíos, y uno de los más significativos es el tema de la salud pública. En un mundo donde la información fluye a velocidades vertiginosas, la vacunación se presenta como uno de los pilares más sólidos de nuestra defensa contra enfermedades que, en el pasado, desafiaron nuestra capacidad de respuesta. Pero, ¿por qué es tan crucial vacunarnos, y cómo podemos fomentar una mayor aceptación?
Vacunarse es importante por varias razones. En primer lugar, las vacunas ayudan a protegerse uno mismo de enfermedades graves y potencialmente mortales. Al vacunarnos, también contribuimos a la inmunidad colectiva, lo que significa que protegemos a las personas que no pueden vacunarse, como los bebés o aquellos con sistemas inmunológicos comprometidos.
Además, las vacunas han demostrado ser una de las herramientas más efectivas para controlar y erradicar enfermedades infecciosas, lo que ayuda a mantener a las comunidades más saludables en general.
Se puede hacer un esfuerzo consciente para apoyar y promover la vacunación. Fomentemos un diálogo abierto y respetuoso sobre la importancia de las vacunas. Infundir en nuestras comunidades la confianza de que, al vacunarnos, no solo protegemos nuestras propias vidas, sino también las de aquellos que nos rodean.
Así que, al vacunarnos, no solo nos cuidamos, sino que también cuidas a los demás. Al final, la vacunación es una muestra tangible y un acto de solidaridad y responsabilidad compartida.
Por: Fernanda Millar Olivera (Enfermera Clínica y Docente DUOC UC).
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