Más y Mejor educación

Más y Mejor educación
Jóvenes en Punta de Tralca
Jóvenes en Punta de Tralca

En una sociedad que constantemente afirma la centralidad de la educación como el mecanismo para cambiar las expectativas de vida de cada persona e incluso, para la propia sociedad en su conjunto, tampoco puede desconocer que la educación en nuestro país cuesta dinero. Que los proyectos de miles de jóvenes albergados y anhelados en sus mentes, muchas veces quedan ahí por los escasos recursos que poseen.

Más y mejor educación contribuyen a mejorar las posibilidades de desarrollo material de la sociedad, el compromiso cívico y el sentido de responsabilidad personal, de la solidaridad y el cuidado hacia los más vulnerables.

Lentamente la inclusión se abre camino como parte de un proyecto país que se va perfilando progresivamente. Ya en la educación superior, vemos que este año son más de 90 mil los jóvenes que tendrán acceso a la gratuidad, más del doble que en 2016, incluyendo en esta ocasión, además, a estudiantes de la educación técnico profesional. En la educación escolar, en 2016 se estiman en 240 mil los estudiantes que accedieron a la gratuidad.

Sin embargo, las tareas de la educación no se restringen a la formación de nuestros niños y jóvenes. Son muchos los adultos que no han completado su educación escolar. Más de cuatro millones de personas mayores de veinte años tienen inconcluso este período de su formación. Hay numerosas iniciativas orientadas a acompañar a estas personas en su propósito de completar su educación.

Un ejemplo es Fundación Entreser, entidad creada hace ya doce años por un grupo de profesores, quienes en una alianza estratégica con la Vicaría de la Esperanza Joven, acompaña cada año a más de quinientos adultos, de entre 20 y 65 años de edad, de distintas comunas de Santiago, ofreciendo de forma gratuita, desde la alfabetización, hasta el aprendizaje de oficios en convenio con SENCE.

Cuando la comunidad entera se enriquece, se derrotan las condiciones de aislamiento individual que nos dañan y construimos una red de cuidado mutuo que permite a la sociedad llegar a ser un proyecto sustentable de cooperación y cohesión en el tiempo.

Por: Padre Francisco Llanca, Vicario de la Esperanza Joven