Se trata de Eduardo López Palacios, quien tuvo una gran amistad con Enrique Torrejón Silva, conocido como “el rumpi”, quien era seguidor y amigo de la reconocida agrupación nacional. “Siempre estuvo con nosotros en las buenas y malas”, expresó con emoción.
Pudahuel, Santiago de Chile, 21 de febrero 2017. Ayer por la tarde fue sepultado el cuerpo de Enrique del Carmen Torrejón Silva, de 78 años, fallecimiento que caló hondo en sus cercanos y amigos. Es que el también militante histórico del Partido Socialista, dejó un gran legado por su entusiasmo y alegría.
Así lo confirma uno de sus más cercanos amigos a diario Tropezón. Se trata de Eduardo López Palacios, director de la Sonora Junior L. Palacios, reconocida agrupación chilena con cerca de treinta años de trayectoria, de la cual el rumpi, como le decía su círculo más íntimo, era un admirador y seguidor.
“Yo estaba tocando con mi sonora en un local de Santiago y un día llegó un amigo y fue él quien nos presentó. Desde ahí nos empezamos a juntar seguido e hicimos esta linda y larga amistad. En
mi familia lo considerábamos como un miembro más. Él fue una persona muy sincera, muy buen amigo, siempre estuvo con nosotros en las buenas y malas”, fueron sus primeras palabras de agradecimiento.
El director de esta gran orquesta nacional recuerda su personalidad, la cual muchas veces lo hacía parecer un músico más de la agrupación. “Subía al escenario y todas las personas querían bailar con él. Después venían las fotos y a veces se fotografiaban más con él que con nosotros. También participó en algunas grabaciones que hicimos con la Sonora”, comentó.
Para concluir, el músico recordó el gran legado del rumpi: “Su humildad, su carisma, su forma de ser con tanta alegría y fuerza para enfrentar los problemas. Siempre buscaba la forma de subir el ánimo. Siempre va a estar junto a nosotros. Cada vez que estemos en el escenario y cuando compartamos con la familia y amigos. Siempre va a estar en nuestros corazones”, cerró con evidente emoción.