Somos lo que comemos: La diabetes

Somos lo que comemos: La diabetes
Hilda Zúñiga
Hilda Zúñiga

Efectivamente, somos lo que comemos y en las enfermedades crónicas es posible constatarlo. Desde hace años la Federación Internacional de Diabetes construye el  MAPA MUNDIAL DE LA DIABETES, y por segundo año consecutivo Chile figura  en el primer lugar de Sudamérica de mayor prevalencia de Diabetes. Esto significa que de los países del Cono Sur Chile presenta la mayor cantidad de personas enfermas de diabetes. Es un lugar que no nos honra. La Diabetes es una enfermedad prevenible y tratable a través de la alimentación.

En la Diabetes se produce una “insensibilidad” de generar insulina cuando ingresa glucosa a la sangre, glucosa que viene de los alimentos que comemos: azúcar directamente, alimentos artificiales o industriales, ya que el 90% contienen azúcar o fructosa, o carbohidratos como harinas, pan, pastas, papas, maíz, arroz. Producto del ingreso indiscriminado de azúcar el metabolismo del cuerpo pierde la capacidad de generar insulina, que es la hormona que regula primero la entrada de la glucosa a las células, lo que es imprescindible para la producción de energía y segundo, la distribución de la glucosa sobrante en los diferentes tejidos o músculos como reserva. Si la cantidad de glucosa es muy superior a lo que el cuerpo necesita, la insulina la reubica en forma de “grasa”. Cuando la disposición de glucosa supera el funcionamiento normal del páncreas para producir insulina, no se genera la “señal” para regular y el organismo enferma teniendo una sobre disposición de glucosa en sangre y otros órganos. Este trastorno también altera el funcionamiento de otra hormona que funciona a la par: la leptina, que es el “botón” que indica que el organismo debe dejar de comer. Con la Insulina y la Leptina desreguladas el organismo se deteriora rápidamente.

La diabetes es una enfermedad con gran carga económica ya que genera deterioro en la capacidad de trabajo en las personas, deteriora la capacidad de funcionamiento diario, causa hospitalizaciones reiteradas, produce dolor en el organismo, es causal de amputaciones y de muerte prematura.

Todo lo anterior es posible prevenirlo a través de tomar el control de su salud. Una dieta saludable contiene una mayor cantidad de verduras frescas crudas o preparadas: cocine cuantas tortillas se le ocurra, consuma en forma moderada carnes y pescados, consuma huevos ojala orgánicos, esto es criados en forma casera, semillas y frutos secos,  quínoa, aceite de oliva y de coco, aumente el consumo de algas como el cochayuyo y de vegetales fermentados en casa como el chucrut y realice un consumo moderado de fruta cuando presenta ya diabetes.  Al respecto se ha constatado que la canela, que además es antibacterial, produce una reducción de la glucosa circulante en la sangre ya que al parecer sensibiliza la producción de insulina. Pero por sobre todo “controlar” cuanto come.

Desde nuestros orígenes el ser humano nunca estuvo preparado para comer las cantidades de alimentos que se consumen hoy en día y en forma tan frecuente, nuestro organismo está preparado para periodos cortos de abundancia en comida y luego escasez, la gran cantidad de alimentos artificiales que ingerimos a diario no permiten tener un metabolismo normal, lo que es la causal de las enfermedades como la diabetes. Es por ello que la alimentación debe ser un proceso consciente: cuanto estoy comiendo y para que me sirve, eso hace la diferencia entre la salud y la enfermedad, entre una vejez sana y la muerte prematura.

Por: Hilda Zúñiga