La increíble historia que dejó Entepola

La increíble historia que dejó Entepola

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Por Jonathan Mardones

Dice que cuando los vio por primera vez en el aeropuerto, luego de un largo viaje desde Chile, sintió algo especial. Él lo llama un “fuego increíble”. Los jóvenes se acercaron, saludaron y de ahí en adelante nunca más perdieron el contacto.

Bruno Gnos, 57 años, fue uno de los suizos que recibió a la delegación chilena en su país, fue el que sintió esa sensación especial y es parte de los “Pájarons locos”, una compañía de teatro suiza que viajó a Pudahuel para presentarse en el festival Entepola que se realizó la semana pasada en el anfiteatro municipal.

Antes del encuentro, el proyecto se visionaba como algo digno de provocar un “fuego increíble”.

Entepola (Encuentro de Teatro Popular Latinoamericano) no es sólo un festival, sino que también funciona durante el año en nuestra comuna. ¿Cómo? Con talleres. Talleres de teatro, de danza, de telas. Es ahí donde el proyecto que se creó hace 28 años se acerca a la gente de nuestra comuna directamente, dejando más que una risa, una expresión de felicidad o un buen momento, como lo ha hecho en los festivales: deja técnicas, desarrolla habilidades, forma grupos y ayuda a ampliar el campo de actividades de jóvenes de la comuna que no cuentan con muchas instancias para mostrar sus talentos.

Esos jóvenes, muchos de ellos vulnerables socialmente, fueron los que se introdujeron en un proyecto sin precedentes para sus vidas: viajar a Suiza para compartir con la compañía “Pájaros locos”. Eso pasó el 5 de septiembre del año anterior, financiados por el gobierno suizo, organizaciones y por aportes voluntarios. Los jóvenes pudahuelinos se embarcaron en el avión sabiendo que la experiencia sería inolvidable. La mayoría de ellos nunca había salido antes de Chile.

La idea del viaje era compartir con los Pájaros Locos en la capital de Suiza, Zurich, para llegar a crear una obra en conjunto. En la práctica el proyecto era sumamente difícil. Y no tan sólo por el idioma.

Pájaros Locos es una agrupación de adultos con problemas de drogadicción, alcoholismo, sicológicos y siquiátricos. De ahí el nombre. La idea por sí sola es algo loca: juntar a personas en rehabilitación para ayudarlos con el teatro a enmendar algo sus trágicas vidas.

“Los Pájaros Locos han cambiado mucho gracias al teatro”, aseguró la traductora del grupo, en una entrevista que Diario Tropezón le hizo en la escuela El Salitre. Eso sí, no quiso dar el nombre.

“Cuando hicimos la obra allá fue algo mágico. A pesar de que en la obra hay momentos que hablamos en alemán y ellos en español, toda la gente entendió la obra perfectamente”, dice emocionado Bruno Gnos, quien usa una camisa con la mitad de los botones abrochados y tiene la parte de atrás de su cabeza teñida de color rojo.

Bruno Gnos y traductora del grupo.
Bruno Gnos y traductora del grupo.

Bruno no se equivoca. La presentación salió tan buena que los directores de Entepola decidieron que se debía presentar en Chile. Los Pájaros volaron la semana pasada y se presentaron, junto a los jóvenes pudahuelinos, el viernes 31 de enero. La presentación fue todo un éxito. 

Sentados en el colegio El Salitre, a miles de kilómetros de su país, los Pájaros Locos posan para la foto. Todos los que estaban ahí no podrían negar que la buena onda y alegría que expresan se contagia. Parecen cercanos.

“Cuando salgo a la calle acá me impresiona que la gente anda con miedo. Te miran raro, con desconfianza, no te miran”, confiesa de golpe Bruno.

Será un Pájaro Loco, pero parece que no es tan loco. Parece que a punta de teatro poco a poco enmiendan el vuelo.

 

  

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