
-El temor a los días, grises, a esos que te hacen tener mueca de sonrisa sin necesidad de reír. –
Se considera peor un día gris, que una noche gris, total en las noches no se nos da por crear rutina y nos da a una fiel amiga, pero los días grises, nos quitan a nuestro amigo, al fiestero , a nuestro querido sol.
El temor de los días grises, es recordar, es necesitar a alguien que por alguna razón dejamos atrás, quizá fue la falta de amor, o la necesidad de espacio, o simplemente el cansancio de la rutina, un fracaso en el hogar, en el trabajo, en las metas.
En esos días grises, encuentras, fotos y restos de un amor, la brisa te acaricia el corazón, mientras lo abraza con mucha fuerza.
Y se nos va el tiempo de estos días, acariciando y soportando el terremoto de sueños, cuando se vienen abajo tus más grandes anhelos, cuando llorar no es suficiente, quedo la rabia y las cenizas de lo que pudiste ser algún día. Pero se nos da por darle un golpe de fantasía, sonreímos, y pensamos:
“Quizá un día alcancemos la estrella más grande del firmamento, y podamos observar el cielo sin que nada nos agobie, ese día tendremos que soñar mucho más, de lo que ahora”.
Los días grises capturan la esencia de un amor, de una canción, de aquel fracaso que nos parece el peor de nuestra vida, nos topamos con la necesidad de un abrazo, de alguien que ya no está, que quizá esté muerto y solo nos queda ese recuerdo, y de pronto un pequeño viento, te recuerda que es invierno dentro, que no es una tormenta del ambiente la que nos tiene así, sino el huracán en nuestro interior.
Que los recuerdos en estos días, irradian tristeza y demasiada soledad, que si sonreímos será, solamente por no llorar.
Por: Gaby Padilla, (Guatemala Centro América)