Con difusión en espacios públicos OPD conmemora este 18 de mayo el Día en contra de la Explotación Sexual Comercial Infantil

Con la entrega de volantes en ferias, consultorios, servicios y la difusión de información en redes sociales, la Oficina de Protección de Derechos de la infancia de Pudahuel, al igual que todas las demás instituciones comprometidas en el trabajo con  niños y niñas, conmemorará este viernes 18 de mayo el Día Nacional Contra de la Explotación Sexual Comercial Infantil.

En Chile, un estudio realizado por la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Servicio Nacional de Menores (Sename) estimó en 3.719 los niños, niñas y adolescentes utilizados en esta aborrecible forma de explotación, de los cuales casi el 80% son niñas y 12 años el promedio de edad en que se convierten en víctimas de este crimen.

Los niñ@s no se prostituyen, son prostituidos por adultos

Pero, ¿Qué se entiende por explotación sexual comercial de niños, niñas y adolescentes?

El Ministerio de Justicia chileno en el marco establecido para enfrentar este grave problema, define la explotación sexual comercial infantil como aquella utilización por parte de un adulto de menores de 18 años con propósitos sexuales a cambio de dinero o de protección.

Entonces, no podemos hablar de prostitución infantil, porque estaríamos implícitamente atribuyendo la responsabilidad de esta acción a los niños, niñas o adolescentes. Los niños y niñas víctimas de esta explotación han sufrido múltiples vulneraciones previas y el efecto que éstas han causado en sus vidas echa por tierra el argumento de que ellos acceden al comercio sexual por su voluntad.

Este crimen contra niños y niñas se diferencia de otros tipos de violencia sexual porque existe un intercambio de por medio, es decir en dinero, comida, “protección”, como por ejemplo un lugar donde dormir, o la garantía de no agredirlos. Este llamado intercambio erróneamente lleva a la idea que el niño, niña o  adolescente ha sido compensado, que ha recibido un “pago” y que se trata de un acto voluntario. Pero lo cierto es que cuando esto se produce estamos frente a un abuso extremo de poder ejercido por los adultos sobre los niños y niñas (tanto los proxenetas como los clientes y aquellos que reclutan a niños son considerados explotadores).

Los niños, niñas y adolescentes no se prostituyen, son prostituidos por los adultos. Ellos no han tenido la posibilidad de optar, de elegir un camino diferente y se ven expuestos a la manipulación de los explotadores.

Daños

La explotación sexual comercial causa un enorme daño en el niño, niña o adolescente: violenta el derecho a disfrutar su niñez y su adolescencia; amenaza la integridad personal y el desarrollo físico, psicológico, espiritual, moral y social. Y no es todo, las víctimas habitualmente se sienten culpables por lo ocurrido y asumen la responsabilidad que les adjudica la sociedad, sintiéndose merecedores de las injustas situaciones que viven.

Ley en Chile

En Chile la explotación sexual comercial de niños y niñas no está tipificada como delito pero la Ley de Pornografía promulgada en 2004 incorporó avances en la tipificación penal de otros actos relacionados con la explotación sexual, como por ejemplo: eleva la edad de consentimiento para la actividad sexual a los 14 años; considera la figura de “facilitación a la prostitución de niños, niñas y adolescentes”, sanciona a quien obtiene servicios sexuales de mayores de 14 y menores de 18, a cambio de dinero u otras prestaciones y eleva las penas para los delitos de abuso sexual y estupro.

No guarde silencio

Todos podemos hacer algo para terminar con este detestable abuso hacia nuestros niños y niñas. Hay numerosas instituciones que pueden brindar apoyo a las víctimas. Si usted conoce una situación de explotación sexual comercial a un niño, niña o adolescente no dude en llamar a la 48 Comisaría de la Familia 6881496/6881490, al Fono Denuncia del Servicio Nacional de Menores 800730800 o al teléfono de OPD Pudahuel, 6437638. No guardemos silencio, una llamada puede cambiar para siempre la vida de un niño, niña o adolescente vulnerado.

Por: Pilar Reyes