Combatir la contaminación: ¿un tema para la nueva Constitución?

Combatir la contaminación: ¿un tema para la nueva Constitución?
Foto de referencia
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Algunos dicen que el problema de la contaminación es uno de los males de la vida moderna. Que si queremos vivir más y mejor, con más bienes y servicios a nuestra disposición, es inevitable contaminar el planeta.

Otros, argumentan que se han hecho múltiples esfuerzos a todo nivel, para disminuir los índices de contaminación, léase tratados internacionales, como el protocolo de Kioto, y también regulaciones a nivel estatal, como reconocer legalmente la posibilidad de vivir en un ambiente libre de contaminación, o privadas, como la tendencia a la creación de empresas ecológicas o amigables con el medio ambiente.

Mientras la discusión continua, el planeta sigue contaminándose con ruidos molestos, con bosques arrasados, con una atmósfera ahogada por gases tóxicos, con un mar repleto de sustancias químicas, con una fauna en extinción, etc, etc, etc.

En nuestro país conocemos y padecemos diariamente los efectos de la contaminación. Es cuestión de recorrer Chile, o leer cuidadosamente la prensa, para constatar indiscutiblemente la presencia de tan ingrata visita, en casi todos los lugares y en casi todas sus formas. Contaminación acústica, contaminación atmosférica, contaminación visual, fuentes fijas, fuentes móviles, con asados y sin asados. En Chile, hace mucho tiempo que los efectos de la contaminación dejaron de ser un problema de números, para transformarse en un problema de salud y calidad de vida que nos afecta a todos. Esto lo vemos cada vez que contemplamos el rostro afligido de cientos de niños y adultos mayores que acuden a los centros de salud, en busca de un alivio que les permita respirar mejor, porque se están ahogando con los miles de gases tóxicos que hay en el ambiente. Aquí, las estadísticas y los índices oficiales, no dan cuenta real de como el ruido constante de las ciudades y el incesante bombardeo de imágenes, al cual estamos sometidos las 24 horas del día, van deteriorando, o mejor dicho contaminando, nuestra salud mental, causando severos cuadros de estrés y depresión.

Si a todo esto sumamos el deterioro medioambiental directo, que diariamente hay en nuestro país producto de la contaminación, como por ejemplo, los reiterados derrames de petróleos en la bahía de Quintero, o la presencia de relaves mineros en los ríos del norte de Chile, entre otros, tendremos como resultado no solo a muchas personas enfermas con posibilidades ciertas de morir, sino que también, un país muy enfermo, casi moribundo. En otras palabras, la cuestión de la contaminación ya no da para más. La evidencia es clara y contundente, todos la podemos ver y nadie la puede discutir.

Con el diagnostico en la mano, solo queda el desafío para encontrar una posible solución al problema, reconociendo lo que se ha hecho, pero pensando en lo mucho que queda por hacer. Un eventual escenario para discutir, tratar y plantear posibles soluciones al problema de la contaminación en Chile, en donde todos podamos aportar nuestras ideas, porque a todos nos afecta, podría ser el proceso constituyente que por estos días se desarrolla en nuestro país.

Como sociedad no podemos dejar pasar la oportunidad de reflexionar en dicha instancia, sobre cómo ganarle a la contaminación, sobre qué hacer para no dejar un planeta contaminado a nuestro hijos, que es una cuestión tan importante como combatir la delincuencia, tener una buena educación, o combatir la desigualdad. Resulta evidente que ya no basta con tener “garantizado” el derecho constitucional a vivir en un medio ambiente libre de contaminación, tal como lo conocemos hoy. Se debe dar un paso más allá.

El proceso constituyente, para una nueva carta fundamental, se presenta entonces como la instancia propicia, e incluso ideal, para que los chilenos discutamos, debatamos, con altura de miras, temas de fondo cuyas implicancias nos afectan a todos. Se equivocan aquellos que señalan que el proceso constituyente es estéril y carente de contenidos. Aquí hay un posible tema para poner en tabla. Combatir la contaminación.

Por: Leonidas Troncoso, escritor.