Pudahuel, Santiago de Chile, 24 de enero 2015. Pudahuelina Verónica Cáceres Ayala, mujer que padece epilepsia crónica, consumió un medicamento distinto al que controla su enfermedad por 14 días, y que había sido entregado erróneamente en un consultorio municipalizado de Pudahuel.
Berta Ayala, su madre, señaló que el día 22 de diciembre del año pasado, concurrió a la farmacia del consultorio La Estrella a retirar el fármaco que controla la enfermedad de su hija, pero que al momento de recibirlo le pareció extraño, “por su color, tamaño y su envoltura, muy distintos a todos los que había recibido con anterioridad”. Pese a que se lo hizo saber a la persona de la farmacia, ella le dijo que todo estaba bien, y se retiró a casa.
La madre, comenta que el 28 de diciembre comenzó a suministrarle este medicamento, días después su hija comenzó a tener cambios muy notorios en su salud, “no tenía fuerza para levantarse, quería solo dormir. Las crisis de epilepsia comenzaron a ser más frecuentes y prolongadas”. Al no saber qué hacer, la mujer continúa dándole la medicina de acuerdo a lo indicado por el médico, hasta que el 10 de enero se desmayó. La llevan a la posta de La Estrella, desde allí Verónica es derivada al Hospital San Juan de Dios, sin haber recuperado el conocimiento.
Una vez en el Hospital, Berta dice que la doctora que examinó a su hija, le indica que el fármaco que le ha estado suministrando no es para la epilepsia, si no para la esquizofrenia.
Marcos Cáceres, hermano, indicó que iniciarán acciones en la justicia, ya que el suceso les hizo mucho daño como familia. “Temimos en un momento que ella falleciera, la llevamos muy mal, y aun continua, sin recuperarse del todo, además dentro de la última crisis de epilepsia se quebró un brazo”, concluye.