TERMITAS SUBTERRÁNEAS CAUSAN GRAVES DAÑOS EN VIVIENDAS DE PUDAHUEL.

Alrededor de ochocientas viviendas están infectadas con termitas subterráneas en nuestra comuna, las que han causado severos daños en estructuras de madera. Además se estima que unos tres mil  hogares, un 4% de las 80mil construcciones en madera que existen en Pudahuel, estarían albergando termitas en estado de incubación, las que a corto plazo provocarán daños mayores. El sector más afectado es el de Pudahuel Norte y en menor escala su lado Sur y Rural.

 

La termita subterránea ingresó a Chile el año 1986, según consta en los registros y colección de insectos del Museo Nacional de Historia Natural y del Servicio Agrícola y Ganadero de Chile. Aunque se cree que lleva mucho más de 20 años en nuestro país.

 

La importancia de esta plaga radica en el potencial daño que causa en la madera y especialmente en las residencias construidas con este material. Este insecto es muy agresivo debido al gran nivel de daño que provoca en las distintas construcciones comprometiendo seriamente la calidad y valor de éstas. El alto grado de adaptabilidad de la termita a diferentes tipos de suelos y climas ha logrado que actualmente se encuentre en la Región Metropolitana, V y VI Región, sin embargo, los pronósticos de los investigadores señalan que se extenderá en todo el país, comprometiendo fundamentalmente el mercado inmobiliario y maderero. La termita también se ha transformado en un problema social al incidir directamente en la calidad de vida de los usuarios de viviendas.

 

La disponibilidad de alimento para las termitas es otro factor importante a considerar, ya que éstas prefieren maderas blandas (como el pino y el álamo) que contengan un 20 a 30 % de humedad, condiciones que se dan en Pudahuel, en donde una buena parte de sus casas están construidas o ampliadas con madera.

 

Una colonia está compuesta de unas 60.000 termitas obreras, las que en condiciones ambientales ideales, llegan a consumir 5 gramos de madera por día, esto equivale a un pedazo de madera de pino de dimensiones: 30cm de largo, 2cm de alto y 4cm de ancho consumido completamente en 118 días. Al no encontrar su alimento favorito, pueden acabar con otros tipos de maderas, inclusive árboles vivos o cualquier otro material que contenga celulosa (papeles, cartones, etc.).

 

Las colonias están divididas por castas bien definidas, como los reproductores primarios, la reina y el rey, reproductores secundarios, los alados, soldados y por último las obreras que son las más numerosas y de una corta vida, no más de 3 años, en comparación a la reina que sobrepasa los 30 años de vida, y llega a producir unos 10 mil huevos al año.

 

El enjambre de reproductores alados normalmente vuelan una vez al año, a inicios de la primavera (Septiembre, Octubre y Noviembre) para formar una nueva colonia, que rápidamente se multiplica y van lentamente copando más sectores poblacionales provocando daños irreparables a los inmuebles y todo lo que contenga celulosa a su interior.

 

En Chile no existen casas, edificaciones ni sectores a prueba de termitas subterráneas, ya que éstas pueden llegar por cualquier medio que contenga madera e incluso volar cortos tramos para iniciar nuevas colonizaciones.

La termita subterránea chilena fue identificada el año 2000  como “Reticulitermes flavipes”, en base a pruebas moleculares efectuadas por el doctor Nao Su en U.S.A., correspondiendo a una especie originaria de Norteamérica y de amplia distribución en el mundo y en Chile de no haber una cultura de control, educación y construcción de viviendas, las consecuencias serán a corto plazo graves para el país.